Desde hace algunos años sentía curiosidad por el CrossFit como alternativa para hacer ejercicios y ponerme en forma pero no me atrevía a visitar un box. En gran medida, pensaba que no estaba lista físicamente y además me daba miedo sufrir alguna lesión. No obstante, la curiosidad era grande y se alimentaba del entusiasmo de la gente que practica ese tipo de entrenamiento.
¿Quién no conoce a alguien que “hace CrossFit” y no puede parar de hablar de su “box”, o del nuevo movimiento que logró ejecutar, o de tal o cual evento auspiciado por “la comunidad”? Me parece que no hay otro programa de acondicionamiento físico que genere tanta pasión en gente tan diversa como el CrossFit y ahora empiezo a descubrir el porqué.
Hace un mes comencé a practicar CrossFit y quiero compartir cuál ha sido mi experiencia hasta ahora para beneficio de quienes puedan sentirse igual que yo.
Aprendí qué es el CrossFit realmente
De acuerdo con el website oficial de CrossFit, y según explican los entrenadores del box que visito (Crossfit Gnosis, en Caguas), se trata de un régimen de acondicionamiento físico basado en realizar movimientos funcionales constantemente variados y ejecutados a alta intensidad.
¿Y qué son movimientos funcionales?
Pues son ejercicios dirigidos a entrenar y fortalecer tus músculos y coyunturas para poder realizar tareas cotidianas o deportes sin lastimarte. Algunos ejemplos de ejercicios funcionales son los «squats» (simula sentarse), «lunges» (simula caminar o subir escaleras), u otros movimientos que impliquen empujar (ej. push-ups) o halar (ej. pull-ups).
Lo interesante de los movimientos funcionales es que todos puedes ser adaptados (o escalados, como dicen en el box) para que todo tipo de persona, ya sea un atleta o un novato, pueda realizarlos.
Todos podemos hacer CrossFit, aunque no necesariamente todos lo van a disfrutar
Dado a que el CrossFit opera con ejercicios funcionales que pueden ser adaptados a la condición de cada persona, todo el mundo puede practicarlo, si así lo desea. Hago la salvedad de que no toda persona lo disfrutaría porque ese ya es más un tema de gustos.
Por ejemplo, si eres competitivo, sociable, te gusta divertirte mientras haces ejercicios y que cada día sea un reto nuevo por alcanzar cuando vas a entrenar, entonces te gustará el CrossFit. Si por otro lado, prefieres ejercitarte en un ambiente más calmado, donde seas solo tú con tu música, sin interactuar con otras personas, o si prefieres un ejercicio que te haga sudar pero que no te deje exhausto, entonces el CrossFit no es para ti.
Una clase de CrossFit tiene una duración de 1 hora y se divide por segmentos: calentamiento y estiramiento; practicar una destreza específica, usualmente con la barra, y añadiendo peso poco a poco según tu capacidad; luego el WOD («Workout of the Day»), que es la rutina del día y puede incluir una combinación de ejercicios con la barra, pesas libres, kettlebells, cuica, bicicleta, remadora, u otros elementos; y finalmente el estiramiento.
Muy importante aprender los “fundamentos” con entrenadores certificados
En algunos box enseña un curso llamado “Fundamentos” que puede tener una duración de una o varias semanas. El curso que tomé constó de 12 clases en tres semanas pero eso puede variar. El curso es impartido por un coach certificado en CrossFit y está diseñado para que el cliente aprenda las técnicas adecuadas para ejecutar los ejercicios principales del programa. Además, las clases sirven como un espacio para sumergirse en el ambiente del box y así familiarizarse con los entrenadores y las clases regulares poco a poco.
A modo de anécdota, te cuento que cuando decidí comenzar a practicar CrossFit me matriculé en un box que no está afiliado a la marca pero sigue mercadeándose como un lugar donde se enseña el programa. Fui ahí porque el lugar tenía buena reputación, quedaba cerca de mi casa y el costo por mes era más económico que otros lugares. Además, me llamó la atención que no requerían tomar el curso de Fundamentos y ya no lo enseñan, por lo que los clientes nuevos se integraban enseguida a las clases regulares. Pensé que podría hacerlo porque había estado un mes trabajando con un entrenador personal y aprendiendo ejercicios funcionales. ¡Error!
Durante una semana y media estuve yendo todos los días a ese box pero cada vez que me tocaba ejecutar un ejercicio con la barra o “barbell”, me sentía insegura y con temor. ¡Y es que la técnica lo es todo en CrossFit! Un ejercicio mal ejecutado es lo que precisamente puede hacer que te lastimes.
Entonces, decidí cambiar de box a otro donde sí requerían tomar el curso antes de comenzar a entrenar en las clases regulares: Crossfit Gnosis.
Allí estuve tres semanas aprendiendo paso a paso la técnica apropiada para cada ejercicio con una entrenadora dedicada exclusivamente a mi grupo compuesto por 10 personas, todos novatos como yo. Aprendí cómo hacer los ejercicios de levantamiento de pesas, los nombres de esos ejercicios, cómo modificarlos si aún no puedo ejecutarlo al nivel que propone el entrenador; descubrí que ya puedo correr al menos cinco minutos consecutivos y que aún me falta mucho más por aprender.
Todo eso me entusiasma porque veo que no hay límites. Cada día es una rutina nueva que me permite identificar en qué áreas me he fortalecido y cuáles son mis puntos débiles.
Ahora que ya terminé el curso introductorio, estoy comenzando a asistir a las clases regulares y, aunque todavía me siento un poco insegura, tengo una buena base desde donde partir y además un buen entrenador o entrenadora que me guía con paciencia para que logre ejecutar el movimiento del día.
Cambios físicos notables en un mes
Aquí voy directo al grano para decir que me tomó 10 meses post cirugía bariátrica bajar 3.5 pulgadas de cintura y en un mes haciendo CrossFit (en un curso introductorio, que es menos intenso), logré bajar 1 pulgada de cintura y media pulgada de caderas. Claro, esto va de la mano de buena nutrición, ¡pero ya puedo visualizar lo que me espera y me encanta!
De hecho, aunque solo bajé pulgadas en cintura y caderas, mis muslos y piernas también ya se ven más tonificadas. ¡Me ilusiona imaginar lo que lograré en tres meses más!
Parece costoso, pero no lo es
De primera mano, podría parecer que practicar CrossFit en un box todos los meses es “muy caro”. Sin embargo, si tomas en cuenta que cada clase funcionará como tener a un entrenador personal dirigiéndote y cuidándote, entonces la perspectiva cambia.
Mira este ejemplo:
El box donde entreno tiene varios planes mensuales, siendo el más alto el “plan ilimitado” que permite ir a clases de lunes a sábado y utilizar las máquinas del box cuantas veces quiera. Es decir, si lo elijo, podría ir a una clase en las mañanas y volver en las noches para correr bicicleta y remadora, por ejemplo. Ese plan tiene un costo aproximado de $160 al mes.
160 dividido entre 24 (6 clases por semana) equivale a 6.6. O sea, es como pagar casi $7 por sesión de entrenamiento personal. Y me atrevo a ponerlo de esa manera porque me consta que la mayoría de las personas que optan por el plan ilimitado sí van los seis días de la semana a entrenar.
Eso es otro distintivo del CrossFit comparado con gran parte de las personas que se matricula en gimnasios, que eventualmente dejan de ir o van con menos frecuencia. La gente sí va a los box; no se quitan porque les apasiona lo que hacen allí.
En el gimnasio donde tengo matrícula se paga unos $40 en mensualidades y las sesiones de “personal training” tienen un costo de entre $30 y $40 por 45 minutos/1 hora. Mientras más sesiones al mes elija el cliente, menor es el precio pero estoy segura de que no baja de $25 por sesión. O sea, si quisiera tener a un entrenador personal todos los días, tendría que pagar $600 o más.
Hay quien puede pagar cualquiera de los dos sistemas y opta por el gimnasio y eso está bien. A mí también me gusta el gym, pero traigo la comparación a modo de ejemplo y para explicar por qué el costo en los box no es alto si tomas en cuenta lo que recibes a cambio.
Al fin y al cabo, mi intención es animarte a que realices algún tipo de actividad física. ¡Hay decenas de opciones! En Puerto Rico hay entrenadores excelentes que atienden a sus clientes en parques al aire libre, otros en gimnasios, en las casas y en los box. Mi recomendación principal es que busques la guía y dirección de un entrenador certificado para que te lleve por la ruta correcta hacia tus metas de salud y bienestar.
Por experiencia te digo que ejercitarte por tu cuenta hará que los resultados demoren mucho más. Invierte en ti, que no te vas a arrepentir.