*Este reportaje fue publicado en ELNUEVODIA.COM 6 de julio de 2015.
El cáncer es una enfermedad aterradora que trastoca la vida de quien recibe el diagnóstico, así como la de sus familiares y amigos cercanos. Esta afección asusta, principalmente porque todos conocemos a alguien que la ha padecido.
Y es que el cáncer puede invadir a cualquiera.
Según datos de la Sociedad Americana del Cáncer, este año se espera que surjan 1.6 millones de nuevos diagnósticos de cáncer. Asimismo, cerca de 600,000 pacientes morirán -solo en el 2015- a causa de la enfermedad. Resulta estremecedor que, de esa cantidad, unas 95,000 personas perderán la vida tras padecer cánceres prevenibles como el colorrectal, el de seno y el de cuello uterino.
¿Por qué la gente muere por cánceres que se pueden evitar?
La respuesta a esta pregunta es desalentadora, a juicio de varios médicos entrevistados. Para la doctora Marcia Cruz Correa, presidenta de la Coalición de Cáncer Colorrectal de Puerto Rico, el miedo por desconocimiento es lo que lleva a muchos pacientes a no realizarse las pruebas correspondientes, según su edad y factores de riesgo.
“Un paciente no debería tener dolor ni complicaciones en una colonoscopía. Se trata de sacar un día libre que, a la larga, podría salvar tu vida”, manifestó la gastroenteróloga con subespecialidad en genética oncológica. De hecho, la doctora reveló que en Puerto Rico, apenas tres de cada 10 personas se hace la colonoscopía como le corresponde: una vez cada 10 años a partir de los 50.
Esta cifra es alarmante ya que el cáncer colorrectal es la primera causa de muerte por cáncer en la Isla. Según la especialista, anualmente se reportan 700 muertes por esa enfermedad y 1,800 nuevos diagnósticos. O sea, que cinco personas reciben un diagnóstico de cáncer colorrectal diariamente en Puerto Rico.
“Uno pone esto en una balanza: me hago una colonoscopía, pierdo un día de trabajo, me tengo que limpiar el intestino versus espero a que me dé algo”, ejemplificó Cruz Correa para despuntar el contrasentido de padecer un cáncer o hasta morir por una enfermedad que pudo haberse evitado con una prueba ambulatoria y segura. En otras palabras, la incomodidad de someterse a un estudio preventivo no es comparable con las implicaciones de ser diagnosticado con cáncer.
Cánceres silenciosos
Por lo general, el cáncer colorrectal no da síntomas hasta que ya se encuentra en una etapa avanzada. Por esta razón, es tan relevante hacerse la prueba cuando todo parece estar bien en su cuerpo. “Hay data suficiente que apunta a que podemos evitar hasta el 90% del cáncer de colon si lo detectamos a tiempo”, expuso la gastroenteróloga Michelle Rivera.
La doctora insistió en la importancia de buscar prevenir, más que diagnosticar. Según información provista por ambas especialistas, debido al bajo nivel de cernimiento en la Isla, la mayoría de los casos de cáncer colorrectal se detectan en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de sobrevivir son pocas.
“Tenemos que acabar con los tabúes; eso de que duele (la colonoscopía), que la preparación es difícil… Hay que ser enfáticos en que esto se trata de prevenir y, con las medidas correctas, no es doloroso”, insistió Rivera.
Sobre los síntomas de la enfermedad, las especialistas explicaron que cualquier sangrado rectal debe evaluarse en lugar de descartarse como un caso de hemorroides, como es usual. De igual forma, identificaron que sufrir alternancias en el hábito de ir al baño -por ejemplo, a veces tener diarreas y luego estreñimiento- es una señal de alerta. La pérdida de peso inexplicable, el dolor abdominal, hacer excreta finita o en forma de lápiz, o padecer de enfermedades inflamatorias del intestino son síntomas que usted debe discutir con su médico primario o con un gastroenterólogo.
“Estamos estancados”
De acuerdo con un informe reciente publicado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, una de cada cinco mujeres no está al día con el Papanicolaou (Pap), ni con la prueba para detectar el virus del papiloma humano (VPH). El estudio también destaca que una de cada cuatro mujeres adultas no se ha hecho su mamografía ni sonomamografía; y dos de cada cinco adultos no se han sometido a la colonoscopía.
“Estos son los únicos tres cánceres para los cuales se puede hacer cernimiento”, indicó el exsecretario de Salud, Johnny Rullán. “Las pruebas (de cernimiento) tienen sus impedimentos, pero lo que dan de información es tan valioso que vale la pena hacerlas”, señaló el experto en salud pública al referirse a los estudios recomendados que son: la colonoscopía, para cáncer colorrectal; la mamografía y sonomamografía, para cáncer de seno; y el Pap y prueba del VPH (HPV test, en inglés), para el cáncer de cuello uterino.
“Lo que no se mide, no se logra (metas de cernimiento poblacional) y estamos estancados desde el 2010. Lo que dice la data es que hay barreras importantes que no se están resolviendo”, dijo el especialista en referencia al informe del CDC. En ese documento, se advierte sobre la gran cantidad de personas que aún no está al día con sus pruebas para prevenir o detectar los tipos de cáncer mencionados.
Rampante el descuido entre las mujeres
En el caso del cáncer de seno y de cuello uterino, los estudios disponibles, más que prevenir, posibilitan la detección temprana cuando aún se pueden tratar y obtener excelentes resultados. Pero, cuando el diagnóstico es en etapa avanzada, la prognosis se desploma.
La oncóloga Maribel Cotto detalló que, cuando a una mujer se le detecta cáncer de seno en etapa temprana, la posibilidad de que continúe viva cinco años más tarde es de 100%. Mientras, si el diagnóstico ocurre en etapa avanzada, cuando ya hay metástasis –cuando la enfermedad ha invadido otros tejidos-, la prognosis se reduce a un 20%.
De igual forma, cuando el cáncer de cuello uterino se detecta en etapa temprana, mediante el Pap y prueba de VPH, la sobrevida a cinco años es de 96% a 99%, dijo Cotto. No obstante, cuando el diagnóstico ocurre en etapa avanzada, la posibilidad de sobrevivir la enfermedad es apenas de un 15% a 20%.
“El hecho de hacer todas estas pruebas de cernimiento es para encontrar tumores en etapa temprana, que la mujer no tenga síntomas todavía”, explicó la oncóloga. Y es que, al igual que el cáncer colorrectal, el cáncer de seno y de cérvix usualmente no da síntomas hasta que ya es muy tarde para la paciente.
En cáncer mamario, algunas señales de alerta son un nódulo pequeño en el seno, sentir dolor, tener descargas a través del pezón o notar una masa un poco más grande. Por otro lado, los síntomas del cáncer de cérvix suelen pasar sin causar mucha alarma debido a que los más comunes son: alteraciones de sangradoentre periodos menstruales, molestia durante el coito, sangrado después de haber sostenido una relación sexual, dolor pélvico, molestias al evacuary estreñimiento.
La especialista compartió que en su práctica reciente ha atendido a muchas mujeres con diagnóstico de cáncer de seno avanzado y esto es algo que “no debería pasar”.
“La mayoría de las mujeres que veo con cáncer avanzado son mujeres en edad de hacerse las pruebas y que tienen factores de riesgo. Cuando uno sabe que hay pruebas que pueden detectarlo a tiempo (el cáncer de seno), yo esperaría que fueran menos casos”, aseguró.
La recomendación es que las féminas se realicen una mamografía combinada con sonomamografía anual a partir de los 50 años. El Pap y la prueba de VPH deben realizarse una vez al año a partir de los 20. Todas estas pruebas las ordena o realiza un ginecólogo.
De acuerdo con el programa “Healthy People 2020” -que es un plan nacional e interagencial a 10 años para mejorar la salud de los norteamericanos-, la mejor manera de hacer que las personas se evalúen es por instrucción de sus médicos. “No todo el mundo escucha; los que van a sus médicos son poquitos, y hay médicos que no orientan lo suficiente”, lamentó el doctor Rullán.
Para recordar:
Cáncer de seno:
-mamografía y sonomamografía una vez al año a partir de los 50 años
Cáncer de cuello uterino:
-Papanicolaou y prueba de VPH una vez al año
-Se recomienda la vacuna contra el virus del papiloma humano para adolescentes y jóvenes hasta los 26 años
Cáncer colorrectal:
-colonoscopía cada 10 años a partir de los 50 años y prueba FIT una vez al año a partir de los 40